*Sigue en Español*
It is with a heavy heart that I share this news. The last
opportunity for Ingrid Encalada Latorre to find relief in the US was denied
today. Ingrid has been living in the United States for half of her life – the
last 17 years. She came her from Peru to be reunited with her aunt, who raised
her. Ingrid began working here, and eventually started a family. Because there
were no legal means for her to live and work here, she purchased faked
documentation to be able to work. Years later, she discovered that the documents
she had purchased were not fabricated, but actually belonged to another person.
Ingrid was charged with identity theft. In order to avoid further prison time
and be reunited with her son sooner, Ingrid plead guilty to a low-level felony
charge. Her lawyer believed at the time that this felony charge would not
affect her immigration case to pursue legal relief in the US. To their dismay,
Ingrid’s pursuit for legal relief was denied due to this felony charge.
In November of 2016, Ingrid entered sanctuary at Mountain
View Friends Meeting in Denver after her last application for a Stay of Removal
was denied by ICE. By this point in time, Ingrid had given birth to a second
son. Ingrid had also served 4 ½ years of probation and paid $11,500 in back taxes.
Ingrid entered Sanctuary with the intent to return to criminal court to show
that she had received bad legal advice in pleading guilty to the felony charge.
Succeeding in court would allow her to reopen the criminal case to get the
charge downgraded to a misdemeanor. If this happened, she would have grounds to
reopen her immigration case and pursue legal relief in the US. It was a long
shot to relief and would be a long road ahead, but with determination and
bravery that I have never seen before, Ingrid plunged forward.
Ingrid made her life public by taking sanctuary. Her story
and the information about her case were shared locally and nationally. Her
story was made an example and lesson to those uneducated on matters of
immigration in the US. People like me
learned more about what it means to be undocumented in the US because of her
willingness to share. We learned about the injustice and punity that our nation
perpetrates against the people that our most vulnerable here. Sharing her story
brought her under the scrutiny of some. But, she made this sacrifice for the
pursuit of justice. She made her life transparent to the world with the hope
that our nation would recognize her value, her humanity, her divinity, and result
in her being able to continue to live here in the US.
Ingrid’s journey for justice faced several major obstacles
along the way, making the road much longer. Ingrid took each event in stride
and continued to fight with an unbreakable determination. A few weeks ago, the
judge rule that Ingrid’s initial criminal lawyer did not exercise malpractice
in advising her to plead guilty to the felony. This obstacle left Ingrid with
one remaining alternative to relief: asking Governor John Hickenlooper to
pardon her felony charge. Over the last few weeks, Ingrid and her friends and
allies have made phone calls and sent letters to the governor and his staff.
They have camped outside the capitol, sat in the governor’s office, and have
spent time praying and fasting – Ingrid and a handful of other individuals
fasted for ten days! After all this time
waiting, the governor finally announced his decision today.
He elected to not grant Ingrid a pardon.
From a
political perspective, I don't blame the governor in this situation. To pardon
Ingrid would've made the person whose identity was stolen feel abandoned and
betrayed. It also would have undermined the decisions of the courts that through
due process convicted Ingrid of a felony. People would have felt that they lost
regardless of the governor's decision.
At the same
time, I am heartbroken by this decision.
I am
saddened that we live in a nation where protecting someone's ego is more
important than keeping a family together, and welcoming the foreigner and
refugee.
I mourn the
fact that we, as the United States, seek retribution, rather than grace and
transformation; that we are not satisfied when restitution has been paid, but
instead seek to continue to inflict pain and punishment on others.
I am
grieved that our nation values laws and political structure in all of their
partiality and triviality over compassion toward fellow humankind; that we are
unable to see our brother and sister and meet their needs.
I am
angered that we label humans “illegal,” and that we care more about the
documents they contain, than their very being.
I lament
our unwillingness to forgive, and our inability to give refuge.
I lament
our inability to see the humanity and divinity that make each person sacred.
May our
nation learn to be a people of love and grace.
May we have
eyes to see the sacred present in each person, in each moment.
May we not
be ruled by fear, but instead continually seek peace and justice.
May we not
allow the rule of law to get in the way of love, the law of God.
May we not
put up walls toward each other, but rather learn to embrace one another.
May each
and every one of us experience connection with each other.
May we
always embrace love.
Es
con un corazón triste que comparto esta noticia. La última oportunidad para
Ingrid Encalada Latorre de encontrar alivio en Estados Unidos fue negada hoy.
Ingrid ha estado viviendo en los Estados Unidos por la mitad de su vida - los
últimos 17 años. Venía del Perú para reunirse con su tía, que la crió. Ingrid
comenzó a trabajar aquí, y eventualmente comenzó una familia. Debido a que no
había medios legales para que ella viviera y trabajara aquí, compró
documentación falsa para poder trabajar. Después de varios años, descubrió que
los documentos que había comprado no eran fabricados, pero en realidad
pertenecía a otra persona. Ingrid fue acusado de robo de identidad. Para evitar
más prisión y reunirse con su hijo antes, Ingrid se declaró culpable de una
felonía de bajo nivel. Su abogado creía que este cargo por felonía no afectaría
su caso de inmigración para buscar ayuda legal en los Estados Unidos. Para su
consternación, la búsqueda de alivio legal fue negada debido a esta felonía.
En
noviembre de 2016, Ingrid entró en el santuario en Mountain View Friends
Meeting en Denver después de que su última solicitud para un Stay of Removal
fue denegada por ICE. En este punto en tiempo, Ingrid había dado a luz a un
segundo hijo. Ingrid también había servido 4 años y medio de probación y pagado
11.500 dólares en impuestos atrasados. Ingrid entró en el Santuario con la
intención de regresar a la corte penal para demostrar que había recibido un mal
consejo legal al declararse culpable de felonía. Tener éxito en un tribunal le
permitiría reabrir el caso criminal para que la acusación se convirtiera en un
delito menor. Si esto ocurriera, tendría motivos para reabrir su caso de
inmigración y buscar alivio legal en Estados Unidos. Fue un largo tiro de
alivio y sería un largo camino, pero con determinación y valentía que nunca he
visto antes, Ingrid se lanzó hacia adelante.
Ingrid
hizo su vida pública tomando el santuario. Su historia y la información sobre
su caso fueron compartidos localmente y nacionalmente. Su historia fue un
ejemplo y una lección para aquellos sin educación en la tema de inmigración en
los Estados Unidos. La gente como yo aprendió más sobre lo que significa ser
indocumentada en los Estados Unidos debido a su disposición a compartir.
Aprendimos sobre la injusticia y el castigo que nuestra nación perpetra contra
la gente más vulnerable aquí. Compartir su historia la llevó bajo el escrutinio
de algunos. Pero ella hizo este sacrificio por la búsqueda de la justicia. Hizo
transparente su vida para el mundo con la esperanza que nuestra nación
reconociera su valor, su humanidad, su divinidad y resultará en que ella
pudiera seguir viviendo aquí en los Estados Unidos.
El viaje de Ingrid para la justicia se
enfrentó a varios obstáculos importantes a lo largo del camino, haciendo que la
carretera sea mucho más larga. Ingrid tomó cada acontecimiento en el paso y
siguió luchando con una determinación inquebrantable. Hace unas semanas, el
juez dictaminó que el abogado criminal inicial de Ingrid no ejerció negligencia
al recomendarle que se declarara culpable de felonía. Este obstáculo dejó a
Ingrid con una sola alternativa al alivio: pidiendo al gobernador John
Hickenlooper que perdonara su cargo por felonía. Durante las últimas semanas,
Ingrid y sus amigos y aliados han hecho llamadas telefónicas y han enviado
cartas al gobernador y a su personal. Han acampado fuera del capitolio, se han
sentado en el despacho del gobernador y han pasado tiempo orando y ayunando.
¡Ingrid y un puñado de otros individuos hicieron huelga de hambre por diez
días! Después de todo este tiempo esperando, el gobernador finalmente anunció
su decisión hoy.
Él
eligió no conceder a Ingrid un perdón.
Desde
una perspectiva política, no culpo al gobernador en esta situación. Perdonar a
Ingrid habría hecho que la persona cuya identidad fue robada se sintiera
abandonada y traicionada. También habría socavado las decisiones de los
tribunales que mediante el debido proceso condenó a Ingrid de una felonía. La
gente habría sentido que perdieron sin importar la decisión del gobernador.
Al
mismo instante, estoy conmovido por esta decisión.
Me
entristece que vivamos en una nación donde proteger el ego de alguien es más
importante que mantener una familia unida, y dar la bienvenida al extranjero y
al refugiado.
Lamento
el hecho de que nosotros, como los Estados Unidos, buscamos la retribución, más
que la gracia y la transformación; que no estamos satisfechos cuando se ha
pagado la restitución, sino que tratamos de seguir infligiendo dolor y castigo
a los demás.
Me
aflige que nuestra nación valore las leyes y la estructura política en toda su
parcialidad y trivialidad sobre la compasión hacia los demás seres humanos; que
no podemos ver a nuestro hermano y hermana y satisfacer sus necesidades.
Me
enojo que rotulemos a los humanos como "ilegales", y que nos
preocupemos más por los documentos que contienen, que por su propio ser.
Lamento
nuestra falta de voluntad para perdonar, y nuestra incapacidad para dar
refugio.
Lamento
nuestra incapacidad de ver la humanidad y la divinidad que hacen a cada persona
sagrada.
Que
nuestra nación aprenda a ser un pueblo de amor y gracia.
Que
tengamos ojos para ver el presente sagrado en cada persona, en cada momento.
Que
no seamos gobernados por el temor, sino que buscamos continuamente la paz y la
justicia.
Que
no permitamos que el imperio de la ley se interponga en el camino del amor, la
ley de Dios.
Que
no pongamos muros entre nosotros, sino aprendamos a abrazarnos unos a otros.
Que
todos y cada uno de nosotros vivamos la conexión unos con otros.
Que
siempre podamos abrazar el amor.
No comments:
Post a Comment